El Comisario Encubierto…
Un drama en muchos y divertidos actos que tienen lugar en las entrañas de la sede de la UE en Bruselas
Introducción y Quién es Quién
Todos sabemos (o deberíamos saber) que todos los países de la Unión tienen un representante en la todopederosa Comisión Europea. Bueno, al menos eso es lo que los eurócratas hacen creer a la gente de a pie, porque estos mismos eurócratas guardan mil y un secretos en los tenebrosos pasillos de Bruselas. Y querido lector/espectador, hoy estás de suerte porque serás una de las personas afortunadas a las que se revelará de manera exclusiva el más oscuro de sus secretos: la omnipotente existencia de otro comisario en algún cuartucho de los sótanos del Edificio Berlaymont. Un Comisario encubierto conocido como “El + 1”.
Nuestra historia se inicia en estos sótanos tras años de investigación y miles de euros invertidos en agasajar a los miembros y los empleados de la Comisión que están al tanto de la operación con copas de vino y cenas. Y por fin hemos logrado descifrar la clave y ahora tenemos acceso a todo lo que se cuece tanto en la oficina de “El +1” como en la Dirección General, el “DG+1”, que apoya por completo a nuestro hombre de incógnito.
Los personajes principales a los que no hay que perder la pista:
– El propio El +1, ese personaje con gafas de sol de lentes oscuras, un gentleman de pies a cabeza de unos cincuenta años y bien vestido que en estos mismos instantes está entrando al Edifcio Berlaymont. Los encargados de seguridad lo saludan, sin que nadie preste atención a su presencia y sin levantar sospecha. Este hombre es todo un misterio. Todos desconocen su pasado y procedencia y si le escuchas hablar y te dejas guiar por su acento, tampoco puedes llegar a la conclusión de si es anglófono o francófono, si tiene raíces germánicas o navega por aguas Mediterráneas, si tiene algún tipo de conexión eslava o si es un producto escandinavo. Vamos, la persona perfecta para el puesto.
– También está el Jefe de Gabinete de El + 1, conocido como “El Jefe” a secas, un veterano del mundo de Bruselas, un liante de pura cepa con todo lo mejor y lo peor de ambos mundos, dependiendo de las circunstancias, claro… Este hombre es sin duda del Sur de Europa y por fortuna trae consigo ese estilo de trabajo relajado típico de esos lares.
– La Jefa de Gabinete Adjunto (o JGA), es una mujer despampanante del norte; su tez clara y su estatura la delatan y trae una actitud refrescante a este selecto club. Bueno, dentro de unos límites, todo hay que decirlo, porque está a cargo del funcionamiento de una parte de esta operación secreta y también tiene sus propias ambiciones.
– El Consejero Especial (o CES), es un chico joven y de intelecto brillante, con estudios en Oxbridge, SciencePo, Harvard y Dios sabe dónde. En el fondo no tiene raíces, así que no hace falta adivinar su nacionalidad. Bien podría tratarse del Homo Europeus, una nueva especie emergente (pillas la idea, ¿no?). En muchas ocasiones le han tenido que parar el carro por los gritos que pega, ya que a veces se deja llevar por sus arrebatos de inteligencia, pero muchas veces es él el que realmente aporta nuevas ideas a este grupo – a veces demasiado innovadoras. Ah, y de vez en cuando también lo hace la JGA, lo que tiende un puente entre ambos, aunque en otras ocasiones los aleja. Espera y verás.
– La Secretaria Ejecutiva, Clare (su nombre real), es la única persona sin ningún tipo de seudónimos en el equipo. Debe ser británica o alemana como se estila en materia de asistentes personales, y su función es servir y proteger a su jefe, incluso poniéndose ella misma en riesgo. Llega a la oficina antes que él y ordena las cosas de su mesa, imprime su calendario del día y enciende la cafetera; también controla el acceso a su despacho con más o menos encanto y dependiendo del momento, tanto físicamente como por teléfono. Además tiene acceso a su correo electrónico y sí, puede falsificar su firma siempre y cuando le autoricen para ello, así que no necesita ninguna maquinaria ultramoderna para ello. Parece que no tiene vida privada, pero nunca se sabe en este tipo de oficinas políticas, especialmente ésta.
Estos cinco personajes se enmarcan en el sótano de Berlaymont, repartido en oficinas contiguas en torno a un zona de espera donde se encuentra Clare y una sala de conferencias donde celebran sus reuniones. [1] En el sótano de otro edificio de la Rue de la Roi está la división de los funcionarios de la UE, cuya función es servir al Comisario y a su oficina. Las personas más importantes del DG+1, que en muchas ocasiones tienen que ir a la oficina de El +1 para alguna reunión que otra, son:
– La Directora General del DG+1, “la DG”, es el pilar fundamental de esta operación y sus décadas de trabajo en el funcionarado de la Unión aportan la capacidad y el expertise necesario al equipo. Al contrario que el Comisario y su propia oficina, que son delegados políticos y se creen que lo saben todo, la DG sí que lo sabe todo y es totalmente consciente de ello; tiene su origen en uno de los seis Estados miembros fundadores de aquel entonces, y cuenta con toda la memoria institucional y política para demostrarlo. Es una mujer con un carácter complicado cuando y con quien quiere serlo, pero también puede ser encantadora, una actitud que por supuesto muestra al Comisario en sus días buenos.
– El Director General Adjunto o “DGA”, es un auténtico producto del sistema, es decir, de la burocracia de Bruselas. Le falta poco para la jubilación y está un poco quemado porque en muchas ocasiones no se le ha considerado para el ascenso a DG, pero nunca rebajará sus estándares ni dará su brazo a torcer para poder conseguir su objetivo. Conoce todas las normas y quiere que todo el mundo las cumpla a rajatabla, lo que a veces puede resultar un poco rollo para el resto del equipo; aunque el DGA es también una persona firme y de confianza y una buena alarma cuando la política requiere que el resto se vaya de las manos.
– Los últimos de esta lista son los empleados. La Unión Europea está orgullosa de sus empleados altamente cualificados, eficientes y competentes ya que gracias a ellos la Unión obtuvo el Premio Nobel de la Paz y son también los encargados de hacer funcionar la maquinaria de los asuntos de la Unión desde Bruselas. Cada persona cuenta, y todos tienen su propia personalidad y traen consigo la esencia propia de sus raíces a lo más alto de la integración europea que es la Comisión. O al menos eso es lo que nos dicen los altos mandos de la Comisión todos los años en el Día de Europa (el 9 de mayo, por si no lo sabías. Se te debería caer la cara de vergüenza, oye) y en otros eventos especiales si se presta a ello. No obstante, a efectos de esta historia, no podemos decirte los nombres de los empleados, así que simplemente los llamaremos utilizando el siguiente mecanismo: “Empleado 1”, “Empleado 2”, etc. Y por supuestísimo podrás ver la personalidad de cada uno en sus acciones y en las distintas reacciones cuando se les encomienda alguna misión.
Finalmente, y ya en la superficie y a plena vista, se encuentran el resto de las Instituciones Europeas. Son los líderes de la Unión Europea: la Comisión, el Consejo, el Parlamento y los Estados miembros, que vienen y van según va avanzando la historia. El Presidente es el interlocutor principal de El +1, vamos, su jefe más inmediato. A ver, a ver, espera un momento… ¿de qué presidente estamos hablando? El +1 cuenta con cuatro vías de información (sí, para cualquiera de los mortales podría tratarse de una bypass a cuatro bandas, pero El +1 sabe gestionarlo): el Presidente de la Comisión (ComPres), el Presidente del Consejo (ConPres); el Presidente del Parlamento Europeo (ParlPres) y el Presidente o Primer Ministro del país que esté al cargo de la presidencia rotatoria de la Presidencia del Consejo Europeo. Perdonad, pero este último cargo no se puede simplificar mucho, así que el único nombre que se nos ha ocurrido es “El Presidente del País de este Semestre”…
Todas estos veteranos vienen con sus peticiones a El +1, y todos quieren que todo se haga en el momento. Normalmente se comunican con el Comisario por teléfono porque no quieren revelar su existencia y tampoco manchar su reputación en caso de que algo vaya mal y toda esta operación clandestina se haga pública… Se les ha malacostumbrado a esperar de El+1 y su equipo un servicio perfecto y total discreción y además cumplen con su parte, a diferencia de muchas oficinas de la UE, que lo único que hacen es encargarse de cosas intranscendentes o solamente están ahí para hacer acto de presencia en aras del equilibrio político y nacional. Así que puede que El +1 no exista oficialmente, pero su reputación deja huella.
[1] Hay elementos interesantes que van más allá del diseño de la propia oficina del Comisario, desde el tamaño de cada una de las oficinas según el rango hasta pequeños detalles como la foto de la Comisión que El +1 tiene encima de su mesa donde, por supuesto, aparece retocado con photoshop y posando con sus características gafas de sol.
CAPÍTULO 1
El Premio Nobel de la Paz a la UE [a finales de 2012, ¿te acuerdas?]
Primera parte
CLARE:
– +1, tiene una llamada del Presidente… parecía urgente…
EL +1:
– ¿Y qué pasa ahora? Estoy hasta las narices de sacarle las castañas a todos. ¿No hay nadie que haga su trabajo en este sitio? Pero vamos… ¿qué presidente es ahora?
CLARE:
– Su jefe inmediato, el ComPres, y no puedo hacerle esperar más.
THE +1:
– Vale, vale, pásame la llamada. Y dile al Jefe, a la JGA y al COS que venga a mi despacho para que escuchen.
CLARE:
– Está bien.
THE +1:
– ¡Señor Presidente! ¡Qué grata sorpresa! ¿Qué le ha hecho acordarse de nuestra humilde oficina de un sótano en una día tan radiante como el de hoy?
COMPRES:
– Radiante, radiante… ¿Qué me estás contando? En primer lugar, estamos en Bruselas y aquí no hay días radiantes y si los hubiese ni siquiera nos daríamos cuenta porque la Unión está sumida en el caos y los días son oscuros y deprimentes. ¿Acaso no te has enterado de los problemas de los países del sur y de que nuestro sistema financiero se está viniendo abajo?
EL +1:
– Claro que sí, señor Presidente, claro que estoy al tanto de ello. Pero estoy seguro de que, pese a todo, lo tiene bajo control con el Banco Central Europeo, varios comisarios, todos los líderes de los distintos gobiernos e incluso con el FMI dentro de la ecuación. Creía que las cosas ya iban encaminadas…
COMPRES:
– Me alegra que tengas esa impresión, porque estamos poniendo todo de nuestra parte para poner buenas caras y con suerte la gente y los mercados se lo están tragando. Pero, viejo amigo, sabes lo que hay. Me despierto por las mañanas, y a veces incluso en medio de la noche, empapado en sudor, pensando que la Unión Europea se ha ido al garete bajo mi mando. Y luego tecleo mi nombre en google y leo la Wikipedia: si dice que todavía sigo siendo el Presidente de la Comisión vuelvo a la cama o me levanto y me preparo para ir a la oficina.
– Pero volviendo al tema. Tenemos que levantar la moral de la Unión y movilizar a los mercados; necesitamos alguna buena noticia que disipe las malas de las pantallas de televisión. Así que no quiero ver a la gente en las calles para protestar contra la austeridad o en manifestaciones, no; quiero ver a la gente de celebración, quiero verles alzando en alto mi foto sin líneas rojas que tachen mi rostro o con dibujos de bigotes raros en mi cara o en la cara de los otros líderes de la Unión…
– Así que mientras mi Jefe de Gabinete y otras personas y yo estábamos reunidos, se nos han ocurrido un par de ideas que quería comentarte. Cuando ya hayamos discutido todos los puntos, tu y yo elegiremos uno y tú serás el encargado de poner todo en marcha, en la más absoluta discreción, por supuesto. Ninguno de los aquí presentes dudamos de tus capacidades.
EL +1:
– Claro que sí, señor Presidente. Soy todo oídos.
[hace un gesto de asentimiento a su Jefe, la JGA y al COS para que se relajen y se “deleiten”…]
CONTINUARÁ…
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